En efecto: El estado actual de la tecnología ofrece la integración de los procedimientos manuales convencionales, con las herramientas de la computación en su sentido más amplio.
Recientemente el Gobierno Nacional ordenó una profunda revisión de los procedimientos para la realización de cualquier trámite y designó a un funcionario que ha simplificado una serie de procesos cotidianos, que retrasaban inútilmente el cumplimiento de numerosísimos trámites oficiales.
La extensión del uso de la informática en todos los ámbitos, en una escala total y exhaustiva, está impactando favorablemente el ejercicio de la función pública, generando un profundo impacto social. Veamos por caso algunos sectores de la vida cotidiana.
En primer lugar en el sector bancario: Todavía recuerdo cuando, viviendo en Londres a fines de los años 60, para hacer un depósito o un retiro en una cuenta de ahorros, el cajero pedía la libreta, sacaba un libro enorme donde escribía manualmente, con una caligrafía elegantísima, el monto y el tipo de la operación, y repetía lo mismo en la libreta.
Años después, ya en Caracas, mi padre me pidió que lo acompañara a su banco para que lo ayudara porque no entendía un enorme listado donde tenía que revisar su estado de cuenta. Después la irrupción de la informática en la banca ha sido violenta, cambiando drásticamente todos los procedimientos. En los años 70 apareció la tecnología de las operaciones a control remoto, mediante transmisiones en línea. Las operaciones de taquilla, como los depósitos y retiros en cuenta pasaron a ser ejecutados y controlados por la computadora, independientemente del sitio donde estuviera el cajero. Hasta entonces había que hacer estas operaciones en la propia agencia donde estaba abierta la cuenta. Después aparecieron las operaciones por Internet, con lo cual las mismas operaciones pasaron a ser realizadas en cualquier sitio donde hubiera conexión con Internet. Aparecieron las operaciones a favor de terceros, como los pagos de servicios, las compras por Internet, así como innumerables operaciones de inmenso impacto social y de otros tipos, tales como el pago de impuestos y servicios, reduciendo, por otra parte, el volumen de las operaciones en efectivo.
